Redmegacentro advierte que industria de bodegaje podría verse afectada ante desaceleración económica

Empresa resalta que tiene “altas tasas de ocupación históricas, potenciadas por la creciente demanda de bodegas y centros de distribución” por el boom del e-commerce.
La red de bodegas Megacentro –ligada a Hernán Besomi, Germán Eguiguren y el grupo Angelini, y que es uno de los principales actores del sector- advirtió que la industria de bodegaje podría verse afectada ante una desaceleración económica, sin hacer alusión directa al estallido social que se desató el pasado 18 de octubre.

En su prospecto de la reciente emisión de nuevos bonos, la compañía dijo que uno de los riesgos que enfrenta la industria es que las operaciones de bodegaje están influenciadas por el desempeño de la economía. “En periodos adversos al ciclo, la industria podría verse potencialmente afectada por mayores tasas de vacancia. Sin embargo, tenemos altas tasas de ocupación históricas, potenciadas por la creciente demanda de bodegas y centros de distribución. Esto nos ha permitido cerrar contratos con anterioridad al inicio de operaciones de sus activos”, dijo la empresa.

Junto a esto, destacó que tiene una “buena estabilidad” en la generación de flujos operacionales y que cuenta con contratos de largo plazo con clientes de alta calidad crediticia, en particular en la modalidad “build to suit”.

Añadió que cuenta con buena flexibilidad operacional, dado que una porción relevante de sus activos corresponde a bodegas con capacidad de reconvertirse ante cambios en requerimientos o necesidades de los clientes.

Megacentro destacó que la industria de bodegaje es altamente competitiva, donde conviven grandes empresas e inversionistas especializados con variados tipos de participantes. En términos de vacancia, dijo que se encuentra influenciada por la entrada en operación de nuevos proyectos, lo que obliga a contar con iniciativas bien diseñadas y a mantener precios competitivos. Independiente de esto, señaló que el sector a presenta importantes barreras de entrada para estos formatos, favoreciendo el negocio de los actuales participantes.

Los principales competidores de Red Megacentro en esta industria son: Bodegas San Francisco, Bodenor, Anya y BIP, entre otros.

Evolución del negocio

En su prospecto, la empresa destacó el boom que ha experimentado el e-commerce. “Es un fenómeno que ha tenido un carácter disruptivo en el sector del retail, lo que ha generado cambios importantes para la industria. Así, la irrupción del e-commerce como un formato de ventas, que ha crecido a tasas de 20% anual desde el año 2000, ha conllevado a una mayor demanda por un servicio logístico de excelencia, lo que exige una distribución óptima y una necesidad de tener bodegas que se encuentren cerca del consumidor final”, señaló.

Esto, añadió, conlleva a que el espacio requerido para servir al consumidor a través del e-commerce sea hasta tres veces más que si fuese servido a través del retail tradicional (tiendas brick-andmortar).

Junto a esto, Megacentro destacó que la industria de servicios logísticos ha evolucionado fuertemente en un entorno competitivo, lo que ha derivado en un cambio en el modelo de negocio, desde uno basado en compañías de transporte, a lo que hoy se conoce como “third-party-logistics”. En él, los clientes tercerizan sus necesidades de servicios logísticos a empresas especializadas en ello, en general integradas verticalmente, es decir, que ofrecen servicios de bodegaje, transporte, distribución e incluso consultoría.

“Así es como hoy Red Megacentro en sus filiales de operación logística opera más de 100.000 pallets, lo que lo convierte en uno de los principales operadores de la industria. Red Megacentro compite bajo este formato en Chile, donde sus principales competidores son DHL, TW Logística, UPS, Correos Chile, entre otros”, destacó.

Fuente: Df.cl 

A ocho años de su llegada a Chile, las Empresas B suman 153, el mayor número en América Latina

Nuestro país concentra el 26% de las 582 compañías de la región que han certificado generar beneficios económicos, sociales y medioambientales. En Sistema B, la corporación que se formó para incentivar que más privados se sumen a esta filosofía, atribuyen la cifra chilena a una creciente nueva mentalidad empresarial en el país y aseguran que es importante que el Estado ponga incentivos para que iniciativas como esta logren masificarse.
Hasta hace unos años no eran muy conocidas en el país, pero sí en otras partes del mundo. El movimiento de las Empresas B nació el año 2006 en Estados Unidos de la mano de B Lab, con un objetivo ambicioso: redefinir el concepto de empresa y lo que significa el éxito en los negocios; es decir, crear lo que ellos llaman ‘una nueva genética económica’. Así, las empresas interesadas en este modelo, podían certificarse ante B Lab e incorporar en sus estatutos las bases de un modelo fundado en el triple impacto: que la compañía no solo genere un beneficio económico con sus servicios y productos, sino también un impacto positivo en lo social y medioambiental.

En Chile, se instalaron en 2012 de la mano de Juan Pablo Larenas (Late!), Gonzalo Muñoz (TriCiclos), María Emilia Correa (TriCiclos) y Pedro Tarak (Guayakí), quienes se aliaron con B Lab para expandir la certificación por Latinoamérica con una visión sistémica. Según Juan Pablo Larenas, cofundador de Sistema B y director ejecutivo de B Lab Global, vieron que existía una oportunidad gigante al haber una gran cantidad de empresas comportándose bajo la filosofía de Empresas B, a las que certificarse les hacía pleno sentido.

‘Las Empresas B han sido la evidencia más concreta de que es posible hacer las cosas de manera diferente. El propósito, responsabilidad y transparencia —los 3 elementos de una Empresa B— son la práctica de una nueva forma de hacer negocios y generar impacto positivo. El movimiento ha influenciado cambios en las reglas de juego’, explica el brasileño Marcel Fukayama, actual director ejecutivo de Sistema B Internacional.

Según las cifras actualizadas de Sistema B, en Latinoamérica existen 582 Empresas B certificadas. De esas, 153 son chilenas, lo que representa el número más alto de la región. Esto se traduce en más de 19 mil personas empleadas por este tipo de empresas en Chile. Un punto relevante es que nuestro país lidera en cantidad de mujeres empleadas por Empresas B: son más de 4 mil.

Durante 2019 , la cantidad de Empresas B en Chile aumentó 31%. El 50% de las compañías certificadas son de servicios con menor huella ambiental y firmas manufactureras.

La esencia del movimiento B

El movimiento de las Empresas B se basa en una visión donde los negocios generan impactos positivos, tanto ambientales como sociales. En Chile, abarcan muchísimos rubros y empresas de distintos tamaños. A pesar de que cumplir los estándares para la certificación es más sencillo de lograr para una empresa pequeña, también existen compañías de gran tamaño que han logrado certificarse, como Hortifrut y Red Megacentro. El primer paso para esto es pasar por la Evaluación de Impacto B.

‘La certificación B implica que la empresa debe realizar un cambio en sus estatutos, ampliando de esta manera el deber fiduciario de los accionistas y gestores para incorporar intereses no financieros que apunten al compromiso de generar impactos sociales y/o ambientales positivos. Por otra parte, se busca proteger la misión y el propósito de la compañía, y considerar a todos sus públicos de interés: trabajadores, comunidad y medio ambiente en la toma de decisiones de la empresa, con miras al largo plazo’, explica Laura Sabatini, directora de certificación de Sistema B Chile.

Para Luis Felipe Lehuedé, gerente general de Red Megacentro, la certificación tiene que ir de la mano con una conciencia intrínseca en la empresa. ‘La certificación no puede ser impuesta a la fuerza si tú no traes un cierto ADN como empresa primero. No puedes cambiar una empresa para que sea B, las empresas tienen una cierta vocación y compatibilidad con ser B’, dice.

Una de las empresas medianas que lograron certificarse es Próxima Servicios, que busca combatir la desigualdad al ofrecer un servicio de apoyo a compañías para mejorar sus condiciones laborales. ‘La alternativa es que empresas B certificadas logren crecer a escalas en que generen impacto en la sociedad y muevan la aguja, y para eso lo más importante es visibilizar y que el consumidor conozca y prefiera las empresas que se la han jugado por la sostenibilidad social y ambiental’, dice Eduardo Castillo, presidente ejecutivo de Próxima.

A nivel de impacto social, en Latinoamérica las Empresas B donaron más de 98 mil horas de voluntariado el año pasado. Solo en Chile fueron más de 38 mil, el número más alto de la región. En cuanto a medio ambiente, este tipo de empresas en Chile han evitado que más de 10 millones de toneladas de desechos lleguen a rellenos sanitarios. Esto también constituye el número latinoamericano más elevado, ya que en toda Latinoamérica fueron 16,3 millones de toneladas de desechos.

Un ecosistema colaborativo

El hecho de que Chile lidere en gran parte de las estadísticas del movimiento B en Latinoamérica no sorprende a los que manejan la corporación. ‘Chile, donde el movimiento ganó más fuerza, tiene una cultura de responsabilidad empresarial muy consciente, y cada vez más alineada con los desafíos y oportunidades de este siglo’, señala Fukayama.

Sin embargo, desde la corporación también consideran relevantes las acciones del Estado. ‘Es importante que desde el mundo público se vaya acompañando a las empresas en esta transición hacia ser empresas más responsables y sostenibles, que no solo generen un beneficio para sí mismas, sino que también para el país. En este sentido, valoramos ciertas iniciativas que ya se están tomando desde el Gobierno, como por ejemplo el programa Focal de Corfo, que entrega un incentivo económico para la implementación de Empresas B o los bonos de impacto social (BIS) que operan como un instrumento de financiamiento, donde la ganancia debe estar ligada a un objetivo social o ambiental’, comenta Josefa Monge, presidenta del directorio de Sistema B Chile.

Desde las empresas coinciden con esta visión. Para Luis Felipe Lehuedé, el hecho de que existan este tipo de certificaciones va creando un círculo virtuoso, en donde todos los entes pueden comenzar a actuar de manera más colaborativa para mejorar el país. ‘Tiene el componente especial que permite que las empresas se relacionen con las comunidades y las municipalidades, por ejemplo, pero en un mundo apolítico. Eso es súper positivo en un Chile como el de hoy’, dice.

Fuente: El Mercurio 

Red Megacentro y Compañía El Volcán colocan bonos por 2 mills. de UF cada una

Dos operaciones de mediana escala se concretaron ayer en el mercado local de endeudamiento. La firma de renta inmobiliaria Red Megacentro y la Compañía Industrial El Volcán colocaron bonos por 2 millones de UF cada una, por un total equivalente a poco más de 143 millones de dólares. Red Megacentro —firma que opera en bodegas, oficinas y grandes centros de distribución— realizó su primera emisión de bonos, a un plazo de 25 años y con una tasa de interés de 3,25%.

‘Esta primera colocación de bonos va en línea con nuestro plan de negocios y nos permitirá avanzar hacia nuevas oportunidades de desarrollo’, dijo Luis Felipe Lehuedé, gerente general de Red Megacentro. La firma agregó que esta operación le permitirá a la empresa diversificar sus fuentes de financiamiento para continuar solventando su plan de desarrollo. Los fondos de esta colocación serán destinados al refinanciamiento de pasivos de la compañía y/o sus filiales.

Link Capital Partners y Barros & Errázuriz fueron los asesores de la compañía. Red Megacentro cuenta con una extensa red de 54 centros en operación en Chile, Perú y Estados Unidos, que suman una superficie superior a 1.200.000 m2.

Operación de El Volcán

En paralelo a Red Megacentro, la compañía proveedora de materiales de construcción El Volcán ofreció bonos desmaterializados y al portador por UF 2 millones, con cargo a la línea registrada (981), con vencimiento a 10 años plazo y una tasa de colocación de 1,83%, consignó la firma en una carta a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).

La empresa dijo que los fondos provenientes de la colocación se destinarán en aproximadamente un 50% para la construcción de la planta de yesocartón (volcanita) en la comuna de Puente Alto. Otro 20% de los recursos obtenidos se destinarán para la ampliación de la planta de fibrocemento ubicada en la comuna de Lampa. La compañía informó, además, que un 10% de la colocación se utilizará para el prepago de un crédito bancario a largo plazo de la filial Inversiones Volcán y el 20% restante se destinará a fines generales.

Fuente: El Mercurio